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LA MORENADA

SIGNIFICADO DE LA DANZA
Los ricos y pesados disfraces no representan su riqueza, sino la del dueño de los esclavos; la careta de ojos saltones y la lengua colgante expresa el cansancio y el  "soroche" o mal de altura, las matracas marcan el paso de los pies encadenados y cuando todas ellas giran sin parar, son que un negro  ha caido al abismo arrastrando consigo a los demás, ruidos por la cadena, los negros avanzan, cargados de riquezas ajenas, bajo el chicote del caporal.
En La danza de los morenos, se baila con el objeto de pretender alcanzar o ubicarse en un status social superior bailando la Morenada, no es concepto reciente pues Wedell da cuenta de esto: 1878 dice "Han salido los morenos a bailar a las calles: ¡Que elegancia! Decía uno y otro respondía "Bien vestidos pero les falta mucho para ser elegantes". Esta nota singular nos da cuenta de cuál era la idea de los blancos de la época.
En el intento de adquirir "status" con esos trajes de los morenos entre los de su clase siquiera se aproximaban al concepto de elegancia de los blancos. "Los morenos fueron descritos siempre por los intelectuales blancos como mojigangas, ridículos, danza de hombre de cierta categoría". Son las palabras de Charles Wedell 1852. La Morenada, Una Danza Afro altiplánica
Los antecedentes de esta expresión coreográfica afro altiplánica nos conducen indiscutiblemente a la colonia, a la danza de los Morenos, llamada también Siku Moreno o Pusa Moreno, o simplemente “Sikuris”, pero no debemos confundirla con los verdaderos grupos de Sikuris.
Danzas afro andinas.- Las iniciales manifestaciones dancísticas de negros y de españoles aparecieron en el primer tramo de la colonia, en los siguientes tramos se incrementaron; estas danzas se desarrollaron junto a las expresiones coreográficas andinas y amazónicas; por eso, Felipe Guamán Poma de Ayala aludía a las danzas negroides en estos términos: “Que los dichos caciques principales y sus indios, o las indias, sus propios hijos legítimos, que dancen y hagan taquies… y danzas de españoles y de negros, y otras danzas de los indios” (1993:640).
Los negros en el altiplano.- Por investigaciones de Ignacio Frisancho Pineda conocemos de la significativa población negra en la región Puno durante la colonia, escribía: “Los primeros negros que pisaron tierra collavina fueron aquellos, que en 1535, estuvieron en la expedición que Almagro organizó para la futura Capitanía de Chile… el comercio de esclavos en la zona de Puno… fue… intenso” (1983:16-18); “este comercio se incrementó notablemente, a partir de 1700 y más aún a partir de 1713” (1983:24); “Las cantidades de negros traídos a Puno, eran realmente grandes. En ‘tropas’ mayores a las que se llevaban a las Charcas. Basta poner dos ejemplos… En 1723, Gabino Pacheco trajo desde Buenos Aires, a la Villa de Puno, una ‘tropa’ de 87 esclavos; en 1727, doña María Juárez Peralta condujo personalmente desde Buenos Aires, para su venta en Puno, 100 esclavos de ambos sexos” (2002:3). Los negros se establecieron “en los pueblos que bordean el Lago Sagrado de los Incas… en las vastas llanuras de la meseta andina o en las cumbres y faldas de los cerros cuajados de minerales de oro y de plata” (1983:21-22).
A estos negros, la población andina los llamaba: Ch’ara (Bertonio 2004:273) o yanaruna (Bertonio 2004:273, González Holguín 1989:600). Y a la geta pronunciada que tenían, decían: Lakha llint’a (Bertonio 2004:511). A inicios del siglo XVII, según Gonzales Holguín y Bertonio, a los africanos se les aludía indistintamente como negros o morenos.
Los Morenos.- Los negros o morenos que residieron en el Collao y en las Charcas se desempeñaban en la servidumbre y en actividades mineras. Estos pobladores, que ostentan similares sensibilidades artísticas que los andinos, se incorporaron en una expresión coreográfica ancestral, la de los Sikuris, para dar forma a una nueva manifestación dancística, denominada Morenos. Esta danza practicada fundamentalmente por esclavos y acompañada por grupos de Sikuris, en sus comienzos estuvo asociada a la minería, principal actividad de la colonia. Hacía de escenario de los Morenos la hoy región Puno y buena parte de la actual Bolivia, porque en éste ámbito de los Sikuris florecían numerosos asientos mineros, siendo emblemáticos los de Potosí y Laykakota. Los Morenos desde sus orígenes se distinguió por ser una expresión coreográfica urbana.
Adaptación de Los Morenos.- En los años republicanos continuó la danza de los Morenos, sin la presencia de los negros, porque esta expresión coreográfica resultó adaptada por grupos de naturales o mestizos; sin embargo, persistió la esencia de la manifestación dancística. La parte musical seguía a cargo de los Sikuris. En el proceso de adaptación apareció la máscara como una reminiscencia a las danzas satíricas y de enmascarados del período prehispánico.
Traje suntuoso.- Además de la máscara, la indumentaria de los Morenos se distinguía de las otras danzas, por su “elegancia”, sus “ricos vestidos de fantasía”, “casacas recamadas de oro y plata”, “trajes costosísimos” o “vistosos trajes”. Una valiosa referencia de 1878, de Charles Wedell, dice: “Han salido los morenos ha bailar a las calles: ¡Qué elegancia!”. Otra elocuente nota periodística de 1903 sobre la fiesta patronal puneña, alude al atuendo de los Morenos en estos términos: “con la solemnidad de costumbre se sacó ayer en procesión la imagen de Nuestra Señora de la Candelaria, patrona de la ciudad. La plaza principal y las calles han estado con tal motivo muy concurridas con los bailes, luciendo una de las comparsas ricos vestidos de fantasía” (EEP 3/2/1903).
Los Morenos en el Siglo XIX.- Es indiscutible la presencia de los Morenos en el Altiplano del Titicaca durante los años decimonónicos. Así, atestiguan las referencias de 1852 y 1878 publicadas por Charles Wedell; también esta presencia se colige de las notas periodísticas halladas para este estudio; una de ellas, la de 1906, alude a los Morenos como baile “consabido” o habitual: “Terminada la fiesta de la Candelaria, en la iglesia Catedral, se condujo al medio día de hoy, la efigie de esa Virgen, en procesión, a la iglesia de San Juan, siendo acompañado por numeroso concurso. En la plaza de armas levantaron los indígenas devotos los tradicionales altares. Antes y después de la procesión, no han escaseado los consabidos bailes” (EEP 11/2/1906).
La Primacía de Los Morenos.- En la primera mitad del siglo pasado, los Morenos se entronizaba como la principal expresión coreográfica en la Festividad de la Virgen de la Candelaria y en otras fiestas patronales de la hoy región Puno, caso de la Festividad de Nuestra Señora de las Mercedes de Juliaca. Así, refrendan las referencias periodísticas ya aludidas (las de 1903 y 1906), como las que siguen: “Ayer… Tres partidas de morenos y numerosas de indígenas, han recorrido las calles de la población” (EEP 5/2/1912); “Desde esta mañana siguen recorriendo las calles, las comparsas de morenos, haciendo las visitas de costumbre a domicilios” (EEP 14/2/1916); “La más suntuosa presentación de los morenos obedece en el almanaque a los primeros días de febrero. Es una ofrenda indígena a la Virgen de la Candelaria, patrona de Puno” (EP 12/5/1923); “La asistencia de numerosas comparsas de ‘morenos’ dieron a la festividad un tono de honda alegría” (EEP 11/2/1932). En el concurso de danzas de 1934 realizado en la ciudad de Puno, el conjunto Morenos de Orkopata ganó en traje (LA 23/2/1934).
De la fiesta patronal juliaqueña, de los años veinte de la centuria pasada, Dionisio Torres Juárez reseñaba: “De estas fiestas pasadas de ahora de más de cinco lustros… se celebraba con mucha fastuosidad y salían los tradicionales ‘Morenos’ y cuyo mayorazgo insustituible era el recordado Miguel Ortiz” (1962:210). Por su parte, Pascual Carpio Idiáquez rememoraba: “Recordamos bastante la variedad de bailes típicos que se organizaban para dar nota de mayor realce a la festividad de la Virgen, entre esos se destacaba la comparsa de pusamorenos… que lucían sus vistosos trajes y al son de las zampoñas penetraban en la Capilla a rendirle veneración a la Virgen de las Mercedes” (A 9/1950).
Los Morenos y La Pandilla Puneña.- Cuando la danza de los Morenos se constituía en la emblemática de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, la Pandilla Puneña hacía lo propio en los carnavales. En 1923 César Guillermo Corzo hacía notar tales empoderamientos, al escribir: “Morenos y pandillas, esas dos típicas manifestaciones de la raza que divinizó al Sol, son entre las ruinas colosales de los monumentos, los últimos regazos vivos del espíritu indio” (EP 12/5/1923).
La Danza de Los Morenos.- Hallamos una extraordinaria descripción sobre los Morenos redactada por el narrador y poeta arequipeño J. Víctor Neira, quien presenció la Festividad de la Virgen de la Candelaria de 1913. Veamos un fragmento de esta categórica y esclarecedora reseña: “Una docena de indígenas, ataviados de casacas recamadas de oro y plata, pantalón corto y turbante ó chambergo guarnecido de plumas, resaltan entre la multitud, con sus colores chillones y el ruido monocorde de las zampoñas y de los tamboriles. En cada esquina, en medio de la turba trashumante, danzan un baile grotesco, ritmando el cuerpo al compás de una matraca que agita, en medio del círculo, por ellos formado, el rey de la comparsa, y avanzan después, uno tras otro, rápidamente, acentuando los ademanes, gesticulando, como una murga fantástica… Celebran la festividad religiosa de la Virgen, la Patrona del pueblo, y acuden al templo repetidas veces y al pié del altar, en medio de la fanfarria vertiginosamente ejecutada, repiten sin cesar la misma danza, incansable, monótona, desesperada…” (EEP 11/2/1913).
La Matraca.- Este elemento que forma parte de la indumentaria de los Morenos fue traído por los hispanos. La matraca quedó incorporada no sólo porque su sonido armonizaba con la melodía de los sikus y tambores que acompañaban a la nueva expresión coreográfica, sino, también porque representa una parodia de las cadenas. La referencia de 1913 expresa que los morenos danzan: “ritmando el cuerpo al compás de una matraca que agita, en medio del círculo, por ellos formado” (EEP 11/2/1913).
Otras danzas.- Desde la segunda década de la centuria pasada, otras expresiones coreográficas empezaban a ganar espacio; sin embargo, los Morenos seguían teniendo preeminencia hasta mediados del siglo. En la Festividad de la Virgen de la Candelaria de 1912, además de los Morenos, recorrían las arterias puneñas danzarines de otras danzas como de los Llameros y Sikuris (EI 5/2/1912). En 1921 un diario informaba de cinco manifestaciones coreográficas (ES 10/2/1921). En la década del cincuenta, disputaban la primacía dancística de la fiesta patronal puneña los Morenos y la Llamerada; esta última danza se impuso en el siguiente decenio.
Los Morenos y Los Sikuris.- Cuando los Morenos gozaron de un papel protagónico en los años finales del siglo XIX y la primera mitad de la centuria pasada, resultaron confundidos con los Sikuris. Al respecto, es elocuente la apreciación de J. Alberto Cuentas emitida en 1928: “Hay que distinguir los MORENOS DE LOS SICURIS. Se parecen bastante, pero no son iguales. He visto que muchos escritores, hacen una confusión lamentable” (1928:s/p).
Para una mayor y mejor aclaración presentamos, dos crónicas periodísticas sobre la Festividad de la Virgen de la Candelaria, que diferencian claramente a los Morenos de los Sikuris: “Numerosos fieles en su mayor parte indios, escoltaban la procesión, junto con los llameros, morenos, Sikuris, etc.” (EI 5/2/1912); en “la procesión de la Virgen de la Candelaria… Como siempre no faltaron las comparsas de Sikuris y morenos” (ES 3/2/1915).
La primera Morenada boliviana.- Al igual que en el Perú, en Bolivia se desarrollaron los Morenos. Según referencias del país vecino, la institucionalización de la primera fraternidad boliviana, el Conjunto Folklórico Morenada Zona Norte, conocida como Morenada Oruro, ocurrió el 9 de marzo de 1913. En ese año, J. Víctor Neira describía a un conjunto de Morenos que participó en la Festividad de la Virgen de la Candelaria de Puno. Un año antes: “Tres partidas de morenos y numerosas de indígenas, han recorrido las calles de la población” (EEP 5/2/1912). De manera que antes de la fundación de la primera Morenada boliviana, en la fiesta patronal puneña intervenían varios conjuntos de Morenos. De tales referencias se desprende que los Morenos de manera independiente evolucionaron tanto en el Perú como en Bolivia. Esta evolución independiente la apreciamos, también, en la ilustración de 1941, de los Morenos del Carnaval de Bolivia, y en la foto de 1942, de los Morenos de la Festividad de Ichu (Puno), que se adjuntan.
El concurso de 1929.- El primer concurso que se llevó en el marco de la Festividad de la Virgen de la Candelaria, es el de Sikuris, en 1929, promovido por la Municipalidad Provincial de Puno, con el fin de que el ganador represente a Puno en el certamen nacional de Amancaes. En tal concurso, que congregó a conjuntos de varios distritos, resultaron premiados: Sikuris de Ilave, Sikuris de Chucuito, Phusires de Orkopata, Sikuris Obreros y Sikuris de Huaraya (EEP 21/2/1929).
Los últimos Morenos.- En la Festividad de la Virgen de la Candelaria participaron numerosos conjuntos de Morenos; de estos los últimos llegaron a institucionalizarse, caso de la Comparsa Unión Puno, los Morenos de Orkopata y los Morenos de Mañazo. Sobre el primer conjunto se informaba: “Por la noche la comparsa de ‘morenos’ llamada ‘Comparsa Unión Puno’, con su ‘Cacharpari’reanimó la melancolía del día” (EEP 12/2/1932). Entre los últimos conjuntos de Morenos, también se cuentan a los Morenos o Pusa Morenos de Juliaca, Lampa, Ayaviri y Juli; como a los Morenos o Siku Morenos de Azángaro, Huancané y Sandia (Cuentas 1981:8-9).
De Los Morenos a La Morenada.- En la ciudad de Puno, en el segundo lustro de los años cincuenta del siglo pasado, cuando el Siku cedió el paso a los instrumentos de bronce, los Morenos devinieron en la Morenada, en esa transformación se contó con influencia boliviana.
La Morenada Orkapata.- En la ciudad de Puno, la Confraternidad Morenada Orkapata simboliza el paso de los Morenos a la Morenada. En junio de 1955 se desprendía de Sikuris Mañazo un grupo de danzarines que formaron el conjunto Morenos de Mañazo. En la Festividad de la Virgen de la Candelaria de 1956, participaban ambos conjuntos de manera independiente. En 1957 los Morenos de Mañazo adoptaron el nombre de Morenada de Mañazo y, después, el de Morenada Orkapata (LA 6/2/56, 22/2/57, 7/2/59, 8/2/86).
Las primeras morenadas.- Entre las iniciales morenadas puneñas se cuentan a la Morenada Orkapata y la Morenada Chulluni; después aparecieron varias. También se fundaban morenadas en otras ciudades, como en Juli, Huancané y Juliaca. Además, de la Morenada surgieron otras variantes, caso del Rey Moreno y el Rey Caporal. En estos últimos años, por el número de conjuntos, la Morenada y sus variantes se constituyen en una de las danzas de mayor predilección en la Festividad de la Virgen de la Candelaria y en el Carnaval de Juliaca.
Los conjuntos actuales.- En la Festividad de la Virgen de la Candelaria del presente año participaron 20 conjuntos de Morenada, Rey Moreno y Rey Caporal. Estos son: Confraternidad Morenada Orkapata, Poderosa y Espectacular Morenada Bellavista, Morenada Laykakota, Morenada Huajsapata, Fabulosa Morenada Independencia, Confraternidad Morenada Santa Rosa, Morenada Azoguini, Asociación Morenada Porteño, Morenada Ricardo Palma, Unión Morenada San Martín de Porres, Morenada Central Puno, Gran Morenada Salcedo, Confraternidad Morenada Magisterial, Morenada Central Galeno, Fraternidad Morenada Intocables Juliaca Mía, Rey Moreno Laykakota, Tradicional Rey Moreno San Antonio, Señorial Reyes Morenos Barrio Mañazo, Confraternidad Rey Moreno Victoria y Rey Caporal Independencia.
En el Carnaval de Juliaca de este año intervinieron: Fabulosa y Espectacular Morenada Central Juliaca, Poderosa y Única Morenada Central Juliaca, Fraternidad Morenada Intocables Juliaca Mía, Morenada Fanáticos del Folklore, Poderosa y Espectacular Morenada Señor de los Milagros, Morenada Internacional Sentimiento Juliaqueño y Morenada Internacional Santísima Virgen de Chapí. Cabe añadir que los danzarines de los conjuntos de Juliaca son más numerosos.
A modo de conclusión.- La Morenada, es una danza afro altiplánica que apareció con el nombre de Morenos en las centurias de dominación colonial, cuyas raíces están en el Altiplano del Titicaca y se desarrolló fundamentalmente en el medio urbano. De manera que ostenta un origen compartido, puesto que su génesis y el área de dispersión inicial están asociados a los actuales territorios del Perú y de Bolivia.
BIBLIOGRAFÍA FUNDAMENTAL
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GUAMÁN POMA DE AYALA, Felipe
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1928 Monografía del departamento de Puno. Imp. Torres Aguirre, Lima.
TORRES JUÁREZ, Dionisio
1962 Provincia de San Román. 36 años de su creación política. S/e, Juliaca.
PERIÓDICOS CONSULTADOS:
PUNO: El Eco de Puno (EEP), El Siglo (ES), El Inca (EI) y Los Andes (LA). JULIACA: Alborada (A). AREQUIPA: El Pueblo (EP), Correo (C).

ORIGEN DE LA MORENADA

La danza de los Morenos representa, uno de los mayores atractivos del folklore del Altiplano, su armonía a rebasado barreras socioeconómicas y sociales e incluso territoriales es de conocimiento que este baile es "mal practicado" en otras latitudes, lo que es peor, se lo asume como originario de esos países como Bolivia, Chile, etc...   "Pocos factores logran, en un país con grandes diferencias, unir en un crisol llamado danza de la Morenada, a pobres y ricos, jóvenes y adultos para identificarse con esta danza.
Será posiblemente que en la sangre de cada moreno existe ese mestizaje tan profundo con ancestros milenarios, una estirpe que aflora con cada movimiento, con cada melodía en recuerdos de antepasados que cultivaron la Morenada. Más allá de la ciudad o la provincia donde se baile la Morenada siempre será la misma. Y por este hecho es imperioso conocer el origen de esta danza si bien sabemos que hasta el momento no existen estudios serios y concluyentes, en este apartado consideraremos algunas opiniones de escritores e investigadores.
Existen muchas conjeturas y trabajos sobre el origen de la danza de los Morenos, no sustentables a propio criterio e incluso interés alimentados por países para querer atribuirse el origen de la danza.
LA DANZA DE LOS MORENOS
Señalemos en primer término el contexto en el que este fenómeno social "la Morenada" se sitúa; En primer término antes no se daba ninguna importancia al Folklore, sea cual sea el tipo de expresión, si bien Bolivia se independizo del  territorio peruano en 1825, los resabios y prejuicios de esta continuaron hasta mediados del siglo XIX. Este sea quizá un motivo fundamental por el que nunca se hicieron investigaciones pertinentes, y solo se escribía del universo andino como algunas "curiosidades y rarezas".
La danza de los morenos es una sátira como la mayor parte de las danzas del altiplano creadas con el objetivo de censurar, criticar, ridiculizar los sufrimientos de los hombres. Los negros africanos llegaron a estas tierras del Alto Perú, junto con Diego de Almagro en la primera expedición hacia Chile en un número de 250. Con los que cruzó las inhóspitas tierras del altiplano boliviano en 1535. Más por una costumbre oral y por pasión en la narración que por rigor científico se dice que la Morenada es la danza ritual de la pisa de la uva en el lagar por los negros esclavos de la Colonia. Pero la mayor parte de la historia en sus dos periodos Colonial y Republicano, tiene una triste raíz; la minería.
Tragedia que lamentablemente ha sido escrita con sangre del en la "Mita" y "Encomienda" instituciones de explotación y muerte españolas, y que también inserta a esta historia la vida de los esclavos africanos traídos a la explotación de plata del cerro rico de Potosí ( Alto Perú), donde durante 500 años hubo más sangre que metal, estos esclavos negros que llegaron a estas condiciones brutales de trabajo murieron mucho más rápido que los nativos bolivianos e inclusive eran muchos más despreciados por los españoles, no es cierto que al ver estas condiciones los negros decidieran marchar hacia climas y condiciones más inhóspitas para ellos, todos murieron en las minas y en algunos casos fueron replegados a la servidumbre doméstica.
A comienzos del siglo XVI del Perú fueron traídos encadenados y a marcha esclavos negros para ser ocupados en los cultivos del café, coca y cítricos. En mejores condiciones por los de Alto Perú asentados en pequeños grupos alrededor de los hacendados blancos, pero muy pronto tendrían un encuentro que jamás desearían haber visto.
Esta relativa tranquilidad no duraría mucho pues de la avaricia española no se podría confiar, es así que luego de casi diezmar a 8 millones de nativos en las minas de Potosí Alto Perú); se echo mano a los esclavos de Yungas que fueron vendidos por sus amos a la "Mita" española, estos finalmente deberían de enfrentar un destino más trágico que la propia muerte.
Con una organización social emergente, de este grupo, sobresalía el Caporal, encargado de separarlos en grupos de 10 personas, colocando gruesos grilletes a los tobillos para posteriormente encadenarlos con pesadas cadenas gruesas. Y la marcha arranca y los esclavos caminan, caminan pero pronto este paso adquiere un compás...lento y cansino. Ignorantes de su cruel destino miran con curtida amargura a sus familias que lloran desgarradoramente. El Caporal controla a fuerza de látigo el ritmo naciente de la caminata, las cadenas generan un "chasquido" que en las leguas de caminata entre Potosí y Yungas un eco de la infame marcha.... trac....trac....trac…trac...trac....trac...trac.......trac.
Se mueve la columna negra con el paso igualado. Pronto un jadeante vaivén, marchar desde el altiplano a Alto Perú (Potosí), es ascender 1.000 metros hacia las alturas de los Andes, el cansado grupo avanza al mando de los coléricos gritos del Caporal. Poco a poco primero metro a metro, luego paso a paso, el aire comienza a escasear la vegetación verde a desaparecido. El suelo se pone duro, el horizonte es de piedras, comienza el frió… frió que jamás conocieron. La respiración se asemeja a la de un tren, los pulmones no tienen capacidad para almacenar oxigeno, los pies están hinchados y sangrando de ampollas cada paso es hundir más la herida. Pero el caporal es implacable, debe de llegar con la carga a Laykakota y Potosí (Alto Perú), no le interesa que los negros tenga la lengua reseca y espantosamente salida de la boca, para él sólo son animales, pero ni la muerte les puede permitir ellos deben de llegar vicos porque cada uno fue comprado. Agua que más puede estar en la mente de la columna negra en una pampa reseca cálida de día y fría por la noche, trac....trac....trac.... El sonido es producido con una precisión que retumba en el horizonte.... pero de pronto el sonido se derrumba con la caída de un cuerpo agonizante que arrastra a la fila de 10 negros rompiendo tobillos y soledad, odian su destino en esta vida, que sólo se olvida con el largo y duro "chicote" de cuero en sus espaldas. La gloria de España no puede opacarse porque unos cuantos malditos negros se atreven a descansar. El caporal rescata el ritmo perdido dirigiendo la columna.
De toda esta inmensa tortura en la gran pampa altiplánica, son únicos testigos los indios viejos del camino, de los pequeños ayllus, aquellos que no fueron llevados a las minas porque eran viejos o enfermos, o algunos jóvenes porque sus padres prefirieron romper los huesos de sus piernas o brazos a sus hijos para que no sean llevados a la mina.
Estos sabios Aymaras retendrán en la retina memoriosa del tiempo y espacio, los gestos y episodios de aquella caravana extraña, de hombres con ojos espantosamente grandes y con lenguas secas y salidas de la boca, y del sonido que jamás escucharon en su hábitat...crac... crac....crac....
Los esclavos negros que trabajaban en estas minas "satirizaron" la danza recordando su llegada a estas tierras, esta explotación en minas, cocales y pisando la vid, confunde la mentalidad mítica del nativo, que no llega a comprender la excesiva mansedumbre del negro. En la República esta danza se expande por todo el altiplano, sabemos que el habitante Aymaras comenzó prontamente a incorporarse a las actividades económicas de la minería, esto genero el movimiento de gente de y hacia las minas de plata de Laykakota, muchos de ellos llegaban a sus pueblos y ayllus con esta danza que poco a poco fue ganando su aceptación y además el recuerdo de aquellas marchas de negros por esos parajes aún existía. A pesar que en la Cosmovisión andina cada uno de los ayllus esta en base de la concepción dual (hombre - mujer) por eso que en toda danza originaria del altiplano peruano siempre ha estado la presencia de la mujer, y en la danza de los Morenos antiguamente la mujer no participaba. Quizás se entremezclo la Morenada con otras danzas originarias de las riberas del Lago, y de las ahí teorías que ligan a la Morenada con personajes como el Sicuri y otros.
Continua..."si la danza de los Morenos fuera de origen Aymaras, de donde sale el léxico "Morenos" que es netamente castellano, para denominar al negro, para no herir al descendiente africano se le dice "Moreno" palabra usada por los españoles la danza de los Morenos fuese sólo Aymaras no tendría la necesidad de llamarse Moreno, simplemente tendría otra denominación en el léxico apropiado, que además no existe en las lenguas originarias".
La Morenada, es una danza urbana así es su origen. Los emigrantes Aymaras son los que REINVENTARON esta danza en el mundo urbano de la ciudad de Puno, en esta última la Morenada cobró más esencia y en la festividad de la Virgen de la Candelaria fue definitivamente donde esta expresión cultural cobró fortaleza. Pero no en una cosmovisión andina pura, la Morenada denota también una interpretación ideológica de opulencia, la prosperidad económica del emigrante Aymaras hacia la ciudad, y la necesidad de lograr la aceptación de este habitante en el mundo urbano. Opuesto a la organización social andina; solidaridad y reciprocidad andina.
La danza de la Morenada, profundamente sabemos, se conecta con un pasado triste, aún hoy muchos danzarines "Cargan" en su cuerpo simbólicamente esos 30 kilos de traje, y asumen una negra máscara símbolo del estupor del esclavo, para cargar sus penas, sus tristezas y ofrecer este sacrificio a la Virgencita de la Candelaria y pedirle que aliviane su dolor. Esa es la Fé.
Hipótesis reciente
Otra hipótesis reciente que se inicio a partir de 1990 que carece de sustentos históricos y bibliográficos se basa en los hallazgos de las pinturas rupestres encontrados por el arqueólogo Freddy Taboada en la región del Lago Titicaca en el año 1988. Las pinturas datan del siglo XVII entre el XVIII y las figuras pintadas en amarillo y azul mostrarían una semejanza con bailarines de Morenos. Estos hallazgos se toman como una prueba de la antigüedad de la danza de por lo menos 300 años y de la estrecha relación que guarda con la cultura aymara lacustre. Para los defensores de esta hipótesis los hallazgos comprueban que la Morenada nació en los pueblos de Taraco, Iquiaca y Achacachi y para Maidana, el origen y la tradición lacustre de la Morenada incluso es expresión del dualismo andino, representando la complementariedad entre las parcialidades de la tropa.
Esta hipótesis de taraco es reciente y ha sido refutada por varios autores, ya que la danza en sus inicios fue netamente masculina y el personaje de la "Negra" era interpretado por hombres vestidos de cholas con pollera al estilo de Oruro, y la tropa de morenos era manejada por el caporal que también era un personaje negro en el siglo XIX en Oruro y son tres personajes que se mantienen actualmente en el Carnaval de Oruro.
Pintura rupestre en la localidad de Chirapaca, provincia Los Andes en Bolivia representando lo que se cree son bailarines de Morenada entre los siglos XVII y XVIII.

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